jueves, 9 de julio de 2020

¿Quién escribió los cuatro evangelios?


¿QUIÉN ESCRIBIÓ LOS CUATRO EVANGELIOS?
Por Frank Morera

«El cristianismo es el único fenómeno histórico que, a pesar de lo histórico, mejor dicho, justamente por lo histórico, ha querido ser para el individuo el punto de partida de su certidumbre eterna, ha querido interesarle de otra manera que la meramente histórica, ha querido basar su salvación en su relación con algo histórico». Sören Kierkegaaard.

Estamos en tiempos de gran apostasía, muchos de los estudiosos de la Iglesia muy por el contrario de trabajar por el esclarecimiento de la Fe, solo minan la fe de los pequeños poniendo en duda todos y cada uno de los acontecimientos centrales de nuestra Fe. El movimiento Liberal que se ha infiltrado en nuestra Iglesia, Seminarios, teólogos y exégetas se empeñan en destruir los cimientos de Fe de ésta.

Como dijo San Pablo en Romanos I,18-22 "En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo contra la impiedad y la injusticia de los hombres, que por su injusticia retienen prisionera la verdad.

Porque todo cuanto se puede conocer acerca de Dios está patente ante ellos: Dios mismo se lo dio a conocer, ya que sus atributos invisibles –su poder eterno y su divinidad– se hacen visibles a los ojos de la inteligencia, desde la creación del mundo, por medio de sus obras. Por lo tanto, aquellos no tienen ninguna excusa: en efecto, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron ni le dieron gracias como corresponde. Por el contrario, se extraviaron en vanos razonamientos y su mente insensata quedó en la oscuridad.
Haciendo alarde de sabios se convirtieron en necios”.

Definitivamente se cumple la acción de Gracias de Jesús cuando decía:

“¡Te doy gracias, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien.” Mt. 11, 25

También tenemos que tener en cuenta aquellas ponderadas palabras del Papa Pablo VI: «El oficio de teólogo se ejercita para la edificación de la comunión eclesial y a fin de que el Pueblo de Dios crezca en la práctica de la fe»

La encíclica Fides et Ratio también nos aclara:

“En efecto, ésta no está llamada a expresar un juicio sobre los contenidos de la fe, siendo incapaz de hacerlo por no ser idónea para ello. Su tarea, más bien, es saber encontrar un sentido y descubrir las razones que permitan a todos entender los contenidos de la fe.”

“En la teología misma vuelven a aparecer las tentaciones del pasado. Por ejemplo, en algunas teologías contemporáneas se abre camino nuevamente un cierto racionalismo, sobre todo cuando se toman como norma para la investigación filosófica afirmaciones consideradas filosóficamente fundadas. Esto sucede principalmente cuando el teólogo, por falta de competencia filosófica, se deja condicionar de forma acrítica por afirmaciones que han entrado ya en el lenguaje y en la cultura corriente, pero que no tienen suficiente base racional”.

Esto precisamente es lo que está ocurriendo, la exégesis y la Teología, lejos de esclarecer la fe del Pueblo de Dios se ha dedicado en algunos sectores a erosionar la base fundamental de la Fe Cristiana, los Evangelios.

Hoy en día una exégesis liberal y funesta está enseñando en Parroquias y Seminarios que los Cuatro Evangelios son frutos de una “reflexión eclesial anónima del siglo II” y no obra de los cuatro evangelistas, esta enseñanza es extremadamente peligrosa por los siguientes motivos:

a) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, entonces NO tenemos testimonio directo del Señor Jesús.

b) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, la Iglesia nos ha engañado por dos mil años, por lo tanto toda las demás doctrinas de la Iglesia no son creíbles y estarán sujetas a duda.

c) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, entonces la Liturgia es un fraude pues en ella se proclama el Evangelio SEGÚN San…

d) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, el concilio de Cartago y el de Trento se equivocaron.

e) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, estos son mentirosos y llenos de falsedades.

f) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, cualquier otra obra es válida en cuanto a fe.

g) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, NO hay constancia histórica de Jesús
Explicaremos pon puntos:

A) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios entonces NO tenemos testimonio directo del Señor Jesús.

Nuestra Fe es una Fe enmarcada en la historia, no es una fábula hindú o maya donde los dioses salen de semillas y árboles etc. Nuestro Dios es el Dios que saco a Israel de la Esclavitud de Egipto, le dio Reyes y Nación. Sus anales están escritos en la Historia. Así Jesús de Nazaret cuya entrada en la historia humana por medio de su Encarnación es el pilar de nuestra Fe, Jesús es Dios que se encarna en la historia, una historia sin testimonios oculares es fábula.

Los testimonios de San Juan que estuvo con Jesús desde el Comienzo de su Ministerio, en la Ultima Cena, Junto a la Cruz y en la Tumba Vacía la mañana de Pascua y después permanece junto a Él íntimamente hasta la Ascensión es el más completo testimonio histórico que tenemos de Jesús. El Evangelio de San Mateo, obra minuciosa de un “Contador”, el testimonio de San Marcos que escribió lo que le escucho decir a San Pedro y la investigación minuciosa de San Lucas que entrevistó a los testigos presenciales de todos estos hechos (incluyendo a María) es vital. Sin estos testimonios nos queda pura fábula, nos quedan unos escritos recopilados por terceros decenas de años y en lugares distantes… ningún tribunal del mundo aceptaría tal testimonio como válido.

B) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, la Iglesia nos ha engañado por dos mil años, por lo tanto toda las demás doctrinas de la Iglesia no son creíbles y estarán sujetas a duda.

Desde el Siglo I la Iglesia ha proclamado que los Evangelios son obra de estos cuatros Escritores Sagrados, testimonios tales como el de:

· - PAPÍAS, OBISPO DE HIERÁPOLIS de Frigia, quien hacia el año 125 nos atestigua a través de «Juan el Presbítero», discípulo de Juan Evangelista que: Marcos era intérprete de Pedro; y que Mateo, discípulo del Señor, escribió en arameo sobre las cosas hechas y dichas por Jesús. Este testimonio lo recogió más tarde el historiador Eusebio de Cesárea.

- TERTULIANO, en África, afirma que los cuatro evangelistas tienen la misma autoridad (años 160- 223).

- SAN IRENEO (año 170), obispo de Lión (Galias), discípulo de Policarpo, a su vez, discípulo de Juan el Evangelista nos dice que: Mateo escribe cuando Pedro y Pablo evangelizaban en Roma, hacia el 50, en lengua hebrea; Marcos transmite la predicación de Pedro, hacia el 65; Lucas, colaborador de Pablo, escribe el evangelio enseñado por éste a los gentiles entre los años 67 y 70; Juan escribe en Efeso hacia fines del siglo primero.

- ORÍGENES (años 185-255), en Egipto, nombra a los cuatro evangelistas y el orden en que escribieron.

- CLEMENTE ALEJANDRINO, hacia el año 200, habla de los cuatro evangelios y conoce una tradición sobre ellos.

La respuesta al problema de la historicidad de los Evangelios depende del hecho de demostrar que los evangelistas conocían los hechos que narran y que los refieren con fidelidad y sin alteraciones. Esto se demuestra por la circunstancia que los evangelistas conocían bien los hechos que escribieron, sobre todo los milagros y discursos de Jesús, tan sorprendentes e insólitos que era fácil retenerlos en la memoria.

La veracidad de los evangelistas también está garantizada porque no tenían motivos para mentir y lo único que consiguieron fue la deshonra y la persecución y el martirio. Además estos hombres escribieron cuando todavía vivían muchos testigos oculares que habían visto y oído a Jesús y que los hubieran desmentido en caso de que ellos hubieran cambiado los hechos.

Los cuatro evangelistas trataron y escribieron para proveer a los fieles de un testimonio directo y valido, para que conocieran al Salvador. Los escritores comunes de la época y aun los del Antiguo Testamento no ocultan los defectos de los personajes centrales de su relato, aun los Autores del Evangelio no ocultaron nada de sus defectos y de sus vergüenzas. Ellos parten del hecho de que han visto la Verdad por la cual serán juzgados. Algunos episodios que eran comprometedores para la dignidad de su persona no los ocultaron, hechos tales como que el testimonio de una mujer no era válido en la cultura judía de la época no fue motivo para que cambiaran el relato de María de Magdala dando testimonio único de la Resurrección del Salvador.

C) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, entonces la Liturgia es un fraude pues en ella se proclama el Evangelio SEGÚN San…….

La Liturgia de la Iglesia es una poderosa obra espiritual guiada y dirigida por el Espíritu Santo, es una obra que no es simple enseñanza o una asamblea para orar. La Eucaristía conecta a la Iglesia con la mediación Sacerdotal de Jesús y todo lo que se hace en ella está respaldado en el cielo. En la Liturgia desde los primeros tiempos se PROCLAMA categóricamente la autoría de los Evangelios según Lucas, Marcos, Mateo y Juan y así se dice, “lectura del Santo Evangelio SEGÚN San…..” no se dice “lectura del santo Evangelio que escribió la comunidad de…”. La Palabra SEGÚN, es definitoria y el diccionario la describe como:

“ prep. Conforme o con arreglo a:” y también “Precediendo inmediatamente a nombres o pronombres personales, significa ‘con arreglo’ o ‘conformemente’ a lo que opinan o dicen las personas de las que se trate: según él, todo es cierto;”

Por lo tanto, el Evangelio SEGÚN San Mateo, un diccionario lo describe como:
Evangelios ‘con arreglo’ o ‘conformemente’ a lo que opina o dice San Mateo:

Si la Iglesia sabiendo que los Evangelios NO FUERON escritos por estos hombres, lo ha proclamado por los últimos 2000 años, es una Iglesia Mentirosa y ni ella ni sus escritos son dignos de tener en consideración por ninguna persona digna y seria. Esto invalida totalmente la Obra de Jesucristo.

D) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, el concilio de Cartago y el de Trento se equivocaron.

El canon de la Escritura, Antiguo y Nuevo Testamento, fue finalmente definido en el Concilio de Roma en 382, bajo la autoridad del Papa Damasco I. Fue pronto reafirmado en numerosas ocasiones. El mismo canon fue afirmado en el Concilio de Hipona en 393 y en el Concilio de Cartago en 397. En 405 el Papa Inocencio I reafirmó el canon en una carta al Obispo Exuperio de Tolosa. Otro concilio en Cartago, fue en el 419, reafirmó el canon de sus predecesores y pidió al Papa Bonifacio que «confirmara este canon, porque hay cosas que hemos recibido de nuestros padres para ser leídas en la Iglesia». Todos estos cánones eran idénticos a la moderna Biblia Católica, y todos ellos incluían los Deuterocanónicos.

Exactamente este mismo canon fue implícitamente afirmado en el séptimo concilio ecuménico, Nicea II (787), que aprobó los resultados del Concilio de Cartago de 419, y explícitamente reafirmado en los concilios ecuménicos de  Florencia (1442), Trento (1546), Vaticano I (1870) y Vaticano II (1965).

Específicamente en el Concilio de Cartago se quitaron libros del Canon de Nuevo Testamento que se formaron parte de los libros “no eran inspirados”. Qué concepto se utilizó para escoger estos libros?

1) Que hubieran sido escritos por los mismos Apóstoles o por quienes fueron testigos oculares.

2) Que estuvieran en la liturgia desde el Siglo I.

3) Que no enseñaran errores doctrinales.

Se dejaron sólo los Cuatro Evangelios, Hechos de los Apóstoles, las Epístolas Paulinas, las Epístolas Católicas y el Apocalipsis de Juan, fue porque todos ellos pasaron los tres principios expuestos anteriormente. En este Concilio se desecharon decenas de escritos que llevaban títulos tan sonoros como el Evangelio de Santo Tomas, el Evangelio de la Infancia, el Evangelio de María, el Apocalipsis de Pedro….Libros todos escritos precisamente POR COMUNIDADES DE LOS SIGLOS II Y III, se quitaron por no ser Apostólicos.

¿Cómo se justifica que estos exégetas a 20 Siglos de los hechos declaren que los Evangelios Canónicos son productos precisamente de comunidades, cuando este precisamente fue el punto excluyente del Canon?
¿Se equivocó el Concilio? ¿Fueron hipócritas condenando lo mismo que aceptaban? Prefiero dudar de la intención de los que proclaman en estos tiempos tales teorías, pues en realidad esto es lo que es teorías… pero tristemente teorías que apuntan al corazón de la Iglesia, su credibilidad y la Escritura.

El Concilio de Trento dice en sus conclusiones acerca de las Escrituras Canónicas:

“El sacrosanto, ecuménico y general Concilio de Trento, congregado legítimamente en el Espíritu Santo y presidido de los mismos tres Legados de la Sede Apostólica, reponiéndose siempre por objeto, que exterminados los errores, se conserve en la Iglesia la misma pureza del Evangelio, que prometido antes en la divina Escritura por los Profetas promulgó primeramente por su propia boca. Jesucristo, hijo de Dios, y Señor nuestro, y mandó después a sus Apóstoles que lo predicasen a toda criatura, como fuente de toda verdad conducente a nuestra salvación, y regla de costumbres; considerando que esta verdad y disciplina están contenidas en los libros escritos, y en las tradiciones no escritas, que recibidas de boca del mismo Cristo por los Apóstoles, o enseñadas por los mismos Apóstoles inspirados por el Espíritu Santo, han llegado como de mano en mano hasta nosotros; siguiendo los ejemplos de los Padres católicos, pues Dios es el único autor de ambos, así como las mencionadas tradiciones pertenecientes a la fe y a las costumbres, como que fueron dictadas verbalmente por Jesucristo, o por el Espíritu Santo, y conservadas perpetuamente sin interrupción en la Iglesia católica. Resolvió además unir a este decreto el índice de los libros Canónicos, para que nadie pueda dudar cuales son los que reconoce este sagrado Concilio. Si alguno, pues, no reconociere por sagrados y canónicos estos libros, enteros, con todas sus partes, como ha sido costumbre leerlos en la Iglesia católica, y se hallan en la antigua versión latina llamada Vulgata; y despreciare a sabiendas y con ánimo deliberado las mencionadas tradiciones, sea excomulgado. Queden, pues, todos entendidos del orden y método con que después de haber establecido la confesión de fe, ha de proceder el sagrado Concilio, y de que testimonios y auxilios se ha de servir principalmente para comprobar los dogmas y restablecer las costumbres en la Iglesia.”

El Santo Concilio Vaticano II en su Declaración “Dei Verbum” dice:

7. Dispuso Dios benignamente que todo lo que había revelado para la salvación de los hombres permaneciera íntegro para siempre y se fuera transmitiendo a todas las generaciones. Por ello Cristo Señor, en quien se consuma la revelación total del Dios sumo, mandó a los Apóstoles que predicaran a todos los hombres el Evangelio, comunicándoles los dones divinos. Este Evangelio, prometido antes por los Profetas, lo completó El y lo promulgó con su propia boca, como fuente de toda la verdad salvadora y de la ordenación de las costumbres. Lo cual fue realizado fielmente, tanto por los Apóstoles, que en la predicación oral comunicaron con ejemplos e instituciones lo que habían recibido por la palabra, por la convivencia y por las obras de Cristo, o habían aprendido por la inspiración del Espíritu Santo, como por aquellos Apóstoles y varones apostólicos que, bajo la inspiración del mismo Espíritu, escribieron el mensaje de la salvación.

ORIGEN APOSTÓLICO DE LOS EVANGELIOS

18. Nadie ignora que entre todas las Escrituras, incluso del Nuevo Testamento, los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son el testimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nuestro Salvador.
La Iglesia siempre ha defendido y defiende que los cuatro Evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el Evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

E) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, éstos son mentirosos y llenos de falsedades.

Dice El Catecismo de la Iglesia Católica en el punto 107:

“Los libros inspirados enseñan la verdad. «Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los libros sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra» (DV 11).”

Si los autores de los Evangelios no fueran los evangelistas tradicionales, esta doctrina sería falsa y los Evangelios serían mentirosos. Veamos por qué:

En el Evangelio de San Lucas, éste en su dedicatoria a una persona específica llamada Teófilo (¿la dedicaría una comunidad primitiva a Teófilo?) San Lucas 1,1-4 dice:

“Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra. Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.”

En esta introducción a su Evangelio queda bien claro que Lucas escribe en persona cuando afirma “yo también he decidido escribir para ti”, HE DECIDIDO ESCRIBIR, Lucas hace énfasis en la exactitud de su información utilizando dos palabras en el versículo tres: akribós que quiere decir “EXACTITUD, precisión y también Lucas califica los conocimientos recibidos por Teófilo como dotados de solidez al calificarlos en el versículo 4 como asfáleia que quiere decir “solidez o seguridad”.

Si San Lucas no escribió este Evangelio sería una de las grandes mentiras y plagios de la historia, además el Evangelista dice que ha hablado con personas que “Han sido testigos oculares” o sea que fue escrito en vida de éstas personas y muy cercano a la Ascensión de Jesús, cuando aún no había comunidades fuertes que se atrevieran a escribir un Evangelio.

También tenemos el testimonio más contundente de todos, el del Apóstol Juan. En su Evangelio dice el Discípulo amado en unos de los testimonios más estremecedores de todo el Evangelio, se encuentra en el Capítulo 19, 33-35:

“Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean.”

Si San Juan NO escribe este Evangelio este es la más flagrante mentira religiosa de todo el Cristianismo y pone en duda total toda nuestra Doctrina y hasta nuestra Fe, sería un testimonio fraudulento y entonces NI el Espíritu Santo sería el inspirador de la Escritura ni la Iglesia digna de existir como institución.

F) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, cualquier otra obra es válida en cuanto a fe.

La Santa Iglesia en el Concilio de Cartago (397) decidió solo aceptar los libros redactados por los Apóstoles o por seguidores de estos (Lucas y Marcos) y rechazo precisamente los llamados Evangelios Apócrifos por ser obras de Grupos… Si la Iglesia aceptara hoy como Doctrina que los Cuatro Evangelios Canónicos fueron redactados por “grupos” estos quedarían en igual categoría que los Evangelios de Judas y de Tomas y tantos otros llenos de inexactitudes y de herejías y entonces no habría motivos para rechazar éstos, lo que pondría seriamente en tela de juicio toda nuestra Fe.

G) Si los Cuatro Evangelistas no escribieron los Evangelios, NO hay constancia histórica de Jesús.

Los Evangelios son la única constancia escrita de la vida y obra de Jesús, la prueba histórica de su existencia escrita por quienes lo conocieron y oyeron, si estos escritos son obras de comunidades del siglo II, se eliminan todas las pruebas históricas de la vida y existencia de Jesús, ya que no hay otra y el segundo paso sería por estos grupos liberales en la Iglesia decir que los Evangelios no son exactos y que contienen “fábulas” como ya está sucediendo.

Queridos hermanos estamos en tiempos de Apostasía y Jesús y la autoridad de SU IGLESIA es el objetivo de ésta, no caigamos en sus redes, estamos advertidos, lo dijo el Apóstol Pablo en II Timoteo 4, 3-4:

“Porque llegará el tiempo en que los hombres no soportarán más la sana doctrina; por el contrario, llevados por sus inclinaciones, se procurarán una multitud de maestros que les halaguen los oídos, y se apartarán de la verdad para escuchar cosas fantasiosas.”

Y también el Apóstol Pedro en II Pedro 2 1-3:

“En el pueblo de Israel hubo también falsos profetas. De la misma manera, habrá entre ustedes falsos maestros que introducirán solapadamente desviaciones perniciosas, y renegarán del Señor que los redimió, atrayendo sobre sí mismos una inminente perdición. Muchos imitarán su desenfreno, y por causa de ellos, el camino de la verdad será objeto de blasfemias. Llevados por la ambición, y valiéndose de palabras engañosas, ellos se aprovecharán de ustedes. Pero hace mucho que el juicio los amenaza y la perdición los acecha.”

Estamos avisados hermanos, tiempos de Apostasía y ésta apostasía comenzará por nuestra Iglesia, que es la Iglesia de Jesucristo y en ninguna otra.

Armas tenemos, la Palabra de Dios, La Sagrada Tradición y el Magisterio Infalible de la Iglesia, No demos caso a “sabios” que llevados de una falsa ciencia ponen en juicio todo lo que es santo y sólo traen a la Iglesia confusión y apostasía, la función del Teólogo y del exégeta es llevar al Pueblo de Dios a un verdadero encuentro con Él y fortalecer la fe del creyente, no sembrar dudas en él. Demos la buena batalla, tenemos la promesa de que “las puertas del infierno NO prevalecerán”.

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