miércoles, 2 de octubre de 2019

Transfusión sanguínea y los Testigos de Jehová


TRANSFUSIÓN SANGUÍNEA Y LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
Por Dr. Víctor Gamboa Delgado


Los Testigos de Jehová a menudo critican los sucesos oscuros de la iglesia Católica (inquisición, cruzadas, etc.) alegando que la iglesia ha matado miles y miles de personas al oponerse a sus doctrinas, pero por supuesto, esto ha sido exagerado, por estas mentes maliciosas que pretenden hacerle daño a la iglesia, cabe recalcar que así sea solo una víctima, ya es un error injustificable, y por eso en muchas ocasiones, la iglesia y actualmente el papa Francisco a pedido disculpa por los actos antes mencionados y otros más y a lo cual yo me sumo también en la obra. Pero ¿Quién juzga a los Testigos de Jehová por la matanza de inocentes durante los 146 años de su existencia?, algunos dirán, pero si los testigos de Jehová jamás cometieron inquisición, o cruzadas, más bien fueron perseguidos por los Nazis y el comunismo, y tienen razón en eso, pero ¿Quién responde por la muerte de tantos inocentes engañados a los que se les prohíben transfundirse sangre? la sociedad asesina de la Watchtower bajo una firma fantasma no se hace responsable de los homicidios que ocurren constantemente, por no permitir la Transfusiones sanguíneas, engañando a los fieles aduciendo que eso está prohibido en la biblia, ¡Mentira!, eso no está prohibido, presten atención hermanos Testigos de Jehová, eso no está en la biblia, es más, incluso en la traducción del nuevo mundo que está adulterada, ni siquiera aquí aparece la negación de las transfusiones sanguíneas, sencillamente porque no existían, pues recién en el año 1667 Jean Baptista Denys, hizo la primera Transfusión sanguínea documentada, y en 1901 Karl Landsteiner, descubrió los diferentes tipos de sangre.

Trabajar en una sala de emergencias no es tarea fácil, más aún si te llega un paciente que necesita reposición de sangre y este la rechaza por motivos religiosos, y la vida del individuo depende de ese método terapéutico y que, dicho sea de paso, está al alcance en el momento indicado. Este dilema entre médico-paciente-rechazo a la transfusión, se ha vuelto un problema, a tal punto que, muchos de los casos terminan en asuntos legales, pues, aunque se le haya salvado la vida al paciente, él no está dispuesto a violar la ley divina que, según él, se profesa en la biblia. El sectarismo en sí mismo es peligroso, pero el agravante es mayor cuando esta difunde doctrinas aisladas y exclusivas que atentan contra la vida, la ética o la moral. La secta Testigo de Jehová, atenta directamente contra la vida, lo que la constituye en una secta de alto riesgo.

He considerado para este estudio, dividir el tema en tres enfoques diferentes:

• Bíblico

• Científico

• histórico

Bíblicamente

La sangre, tema de debate en este artículo, ¿Qué es la sangre? frente a esta pregunta, un Testigo de Jehová contestará inmediatamente: “veamos que dice la Biblia”, y añadirá: “la sangre es la vida, es el alma”. Muchos pretenden convertir la biblia en un libro de ciencias. Pero si preguntamos:

¿Qué aspecto religioso tiene la sangre? sí que encontraremos su respuesta en la biblia.

Dios es el único dueño de la vida y como tal, no dudará en poner preceptos que la respeten, es así que el pueblo de Israel tenía dos prohibiciones de vital importancia: la prohibición del homicidio y la de comer sangre.

El libro Razonamiento a partir de las escrituras, pág. 347 en el tema Transfusiones de sangre, la secta hace la siguiente pregunta:

¿Está incluida la Transfusión de sangre en la prohibición bíblica?

Sí; y así lo entendieron los cristianos primitivos. Hechos 15, 29 dice que ‘Sigan absteniéndose de sangre’.

¿Acaso eso quiso decir el apóstol San Lucas cuando escribió ese texto bíblico? Para dar una respuesta coherente y apropiada es necesario revisar el contexto inmerso en la biblia desde el Antiguo Testamento, donde sí está de manera explícita el mandato de la sangre. El punto de partida será el libro de Levítico 17, 10-11:

“Si un hombre cualquiera de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, come cualquier clase de sangre, yo volveré mi rostro contra el que coma sangre y lo excluiré de su pueblo. Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras vidas, pues la expiación por la vida se hace con sangre”

Aquí vale la pregunta ¿Comiendo sangre de quién? ¿Sangre humana?, claro está que no, pues los Israelitas no eran ni son caníbales. Sin embargo, sí comían carne de animales y que este acto no debía tener como objetivo el sacrificio a los ídolos como lo hacían los paganos egipcios, asirios y persas, la misma biblia nos da la luz de la verdad.

“En cuanto a cualquier hombre de los hijos de Israel o algún residente forastero que este residiendo como forastero en medio de ustedes al cazar prenda una bestia salvaje o un ave que pueda comerse, en tal caso tiene que derramar la sangre de esta y cubrirla con polvo”. (Levítico 17:13) Biblia Traducción del Nuevo Mundo

“No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre” (Levíticos 17:14) Biblia Traducción del Nuevo Mundo

“Todo animal moviente que está vivo puede servirles a ustedes de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras se lo doy todo a ustedes, solo carne con su alma –sangre- no deben comer”. (Génesis 9:3-4) Biblia Traducción del Nuevo Mundo

Es más, ellos mismos (Testigos de Jehová) aceptan que se trata de sangre animal y no humana:

“Cualquier animal que se utilice para alimento debe ser desangrado debidamente. Un animal estrangulado o uno que haya muerto en una trampa o que haya sido hallado después de haber muerto no es adecuado para alimento (hechos 15:19-20; compárese con Levítico (17:13-16) de igual manera, no se debe comer ningún alimento al que se le haya agregado sangre completa o algún componente sanguíneo” (su libro, razonamiento a partir de las escrituras, pág. 345-346).

En este primer texto bíblico ya a priori podemos dilucidar a que se refería el autor del Pentateuco. No se necesita ser un erudito en Teología del Antiguo Testamento para poder discernir con objetividad estos pasajes bíblicos antes mencionados, y al mismo tiempo darnos cuenta el mensaje sencillo y taxativo que nos quiere indicar la biblia, el mensaje es simple, está prohibido comer:

• Sangre animal

• Y que esa sangre de animal sea sacrificada a ídolos

En primer lugar, este mandato va dirigido a los de la casa de Israel, es decir, a los judíos no a los cristianos, pues nosotros no estamos regidos bajo la Ley sino bajo la gracia. Segundo lugar, habla de comer sangre, es decir, ingerir sangre por vía oral (deglutir), evidentemente, una transfusión sanguínea no es comer sangre por motivos que creo, son irrelevantes exponer. Además, las transfusiones no existían en tiempos bíblicos. Tercero, el motivo por el que se derramaba sangre, era para ofrecer un sacrificio a Yahvéh Dios por motivos de expiación de pecados, hoy en día, ya no tenemos necesidad de realizar tal acto, puesto que Cristo se entregó como cordero expiatorio por nuestras culpas (Isaías 53,12), y por su sangre fuimos redimidos para la vida eterna (1 Pedro 1, 18-21), además constantemente recordamos el sacrificio expiatorio y salvífico de Nuestro Señor Jesucristo en la santa Eucaristía, por último, la expresión porque la vida de toda carne está en su sangre, es lógico de entenderla desde la medicina, pues en vista que la sangre contiene la hemoglobina, molécula transportadora de oxígeno, esta es vital para la supervivencia de un individuo, no se puede vivir sin oxígeno, por eso, la vida de toda carne está en su sangre. Entonces, ¿A qué sangre se refería el Antiguo Testamento?

El versículo 13 y 14 del texto bíblico antes mencionado (Levíticos 17) nos da la respuesta:

“Cualquier hombre de la casa de Israel, o de los forasteros que residen entre ellos, que cae un animal o un ave que la Ley permita comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra, porque la vida de toda carne está en su sangre. Por eso mande a los Israelitas que no comieran sangre de ninguna carne, pues la vida de toda carne está en su sangre”.

Ahora si podemos ver con claridad a qué tipo de sangre se refería el mandato bíblico, a la sangre de un animal, no sangre humana, pues los israelitas no eran caníbales. Por si no quedo claro, observemos otro texto bíblico:

“Tampoco comeréis sangre, ni de ave, ni de otro animal, en ninguno de los lugares en que habitéis”. (levítico 7,26)

No existe tan solo un texto bíblico en el Antiguo Testamento que se mencione el comer sangre humana.

La sangre era muy importante también desde el aspecto sanitario, se derramaba la sangre por que denotaba impureza y para ese entonces, muchas de las enfermedades se transmitían a través de la sangre, lo que la medicina no podía resolver para aquella época, era frustrante. A manera de ejemplo, cuando la mujer judía en su etapa de adultez (14 años) normalmente empezaba su menarquia (primera menstruación) en el derramamiento de sangre quedaban impuras y eran excluidas del entorno familiar, principalmente del esposo por un periodo de días.

Existen otros textos más en el Antiguo Testamento donde se menciona el uso de la sangre como Génesis 9,4; Deuteronomio 12, 23-27, pero sería redundar en lo mismo, Yahvéh Dios prohibió comer sangre animal sacrificada a los ídolos y porque en ella, se contenía la vida. Ahora bien, vamos al Nuevo Testamento. La secta utiliza tan solo un texto bíblico para sustentar su nefasta teoría a las transfusiones, ese texto es el siguiente:

“Abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza”. Hechos 15,29.

La secta Testigo de Jehová es muy deshonesta cuando se trata de sustentar doctrinas absurdas y no reparará en tomar textos aislados para su conveniencia, por ejemplo, en el texto bíblico de arriba vemos que la secta solo toma en consideración la frase “Absténganse (…) de la sangre”, excluyendo totalmente el contexto, pues precisamente ese contexto, desmiente inmediatamente esta creencia irracional. Observe por favor el versículo 20 del capítulo 15 de Hechos donde dice lo siguiente:

“Les diremos por escrito que se abstengan de lo que ha sido sacrificado a los ídolos, de la impureza y de la sangre”

Ahora observe con detenimiento el versículo que le sigue:

“Todas las ciudades tienen desde antaño personas que predican lo que dijo Moisés, cuando se leen las escrituras cada sábado”.

Entonces, ¿Qué fue lo que predicó Moisés en el libro de Levíticos con respecto a la sangre:

“Tampoco comeréis sangre, ni de ave, ni de otro animal, en ninguno de los lugares en que habitéis” (Levítico 7,26)

La sangre tenía un sentido religioso, y como mencionamos anteriormente, servía como medio de expiación. En el Nuevo testamento, Jesucristo en reiteradas ocasiones nos enseña el uso de la sangre con el mismo propósito que tenía en la revelación veterotestamentaria, veamos:

“Bebed todos de él, porque esto es mi sangre de la nueva alianza”. (Mt 26, 27-28)

“El que bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día”. “El que bebe mi sangre en Mí permanece y Yo en él”. (Jn 6, 53-56)

Jesús dio su vida por rescate de nuestras almas, y si tomamos el significado de la sangre en el AT donde nos enseña claramente que “la sangre es vida” y la interpretamos con estas bellas palabras que Jesús manifestó:

“Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos”. (Juan 15,13)

Podemos fácilmente deducir que si donamos sangre estamos dando vida, y si damos vida por amor al prójimo, estamos cumpliendo la palabra de Dios y nos convertimos en amigos de Cristo Jesús. (Juan 15,13)

Conclusión: no hace falta ser erudito en exegesis bíblica para entender el significado de la sangre y su importancia en la biblia. Tratar de comparar el comer sangre animal (como dice la biblia) con evitar las transfusiones sanguíneas (como enseña la secta) es una aberración que afecta al razonamiento lógico y común.

Científicamente

En cuanto a la medicina, la cosa se torna un poco más compleja, y quiero iniciar con las palabras del Dr. Luis Felipe Pezo, jefe del departamento de Cardiología del hospital Teodoro Maldonado Carbo IESS (Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social)

“Al reponer sangre, ninguna técnica sustituye a las transfusiones sanguínea”

Y la Dra. Patricia Isabel Alvarado Mieles doctora en Medicina interna y Ginecología, ex médico del hospital General Luis Vernaza en la Sala santa Rosa:

“En el caso de una posible muerte inminente por hipovolemia, lo único que le puede salvar la vida a un paciente, es la transfusión sanguínea”.

¿Por qué empiezo de esta manera? Porque los testigos de Jehová manifiestan que se puede suplir la necesidad de una transfusión sanguínea, sin la necesidad de administrar sangre alogénica con técnicas alternativas como:

• El lactato de Ringer

• Solución salina

• Dextrán (dextrosa)

• EPO (eritropoyetina recombinante con hierro)

• Hipotensión

• Hemodilución entre otras.

Según ellos se puede inducir al aumento de la masa eritrocitaria antes de una operación con sustancia tales como hierro, ácido fólico y vitamina B12. Prestemos atención a esto, pues ellos manifiestan que estas técnicas son eficaces en el preoperatorio, más no en casos de urgencias o emergencias. Revisando el video-Cd llamado “Transfusión Alternatives”, por la sociedad Watch Tower, 2004, se puede notar claramente que tales tratamientos alternativos son aplicables para una operación reprogramada. Pero ¿Qué pasa en casos de urgencias donde un paciente está muriendo por hipovolemia?, lo único que se le puede administrar es sangre, porque no solo necesitamos aumentar el volumen, sino también corregir la hipoxemia, pues a falta de eritrocitos y por ende de hemoglobina, el transporte de oxigeno hacia las células de los diferentes tejidos es escasa, y si no hay oxigenación, puede haber necrosis celular, muerte del tejido y fallo multiorgánico. El American College of Surgeons propone la transfusión sanguínea cuando la pérdida de sangre es del 20% del volumen sanguíneo o mayor a 1000 ml en un trauma, Hemoglobina menor a 8 g/dl, cuando el paciente tiene alguna patología agregada y Hemoglobina menor a 10 g/dl, si usamos sangre autóloga.

Dr. Oswaldo Ballesteros, médico de la unidad de Cuidados Intensivos Coronario del hospital Teodoro Maldonado Carbo IESS:

“Los hemoderivados no transportan O2, solo lo hace el eritrocito, este método alternativo solo produce aumento del volumen”.

Entonces al aumentar solo el volumen, pero no la cantidad de hemoglobina, puede haber hipoxemia, insuficiencia respiratoria, trastornos acido-base, acidosis respiratoria, taquipnea, disnea entre otros signos y síntomas más. Normalmente las células utilizan el oxígeno para poder producir energía, y en casos de hipovolemia, y al no haber una solución, estas células empiezan a utilizar un medio anaerobio para poder captar energía, esto es perjudicial.

Dr. Adrián Alegre Amor: “Cuando la anemia se instaura de forma aguda, aun en la actualidad y sobre todo en el campo de la cirugía, la transfusión de sangre alogénica (TSA) es prácticamente el único método disponible para restaurar de manera rápida y efectiva los valores de hemoglobina en los pacientes”

¿Se pueden contaminar hoy en día con enfermedades virales, bacterianas etc. con las transfusiones sanguíneas?

Claro que sí, y lo mismo puede pasar con las técnicas alternativas que promueven los testigos de Jehová, la diferencia radica en que hace 50 años atrás no había la suficiente tecnología para la correcta manipulación de la sangre, sin embargo, hoy, la sangre antes de ser administrada a un paciente, primero los glóbulos rojos son lavados, es procesada y se le realiza tipificación para VIH, Hepatitis B y C, Herpes, etc. se le realiza reacciones cruzadas para verificar que no tenga respuestas inmunes, por lo tanto, una contaminación es casi mínima. Hoy en día, sin embargo, existe todavía contaminación, pero el problema aquí, no es la técnica de la Transfusión sanguínea, sino el poco profesionalismo e irresponsabilidad del médico o laboratorio clínico que manipula dicha sangre. Además, la gente no muere por aplicarle transfusiones, mueren por hipovolemia, Trauma, fallo respiratorio etc. Cabe recalcar, que bajo ningún concepto estoy manifestando que las técnicas alternativas a la transfusión de sangre alogénica son ineficaces, no, todo lo contrario, se han demostrado estudios en las unidades de cuidados intensivos (UCI) Europeas, que con un umbral de transfusión de 8,5 g/dl de Hb, el 37% de los pacientes son transfundidos, y, en estos, se produce una recuperación lenta del organismo con una alta tasa de mortalidad, de esta manera, la tasa de mortalidad es del 30% en los pacientes que no se han transfundido, frente a un 50% en pacientes transfundidos. Estas técnicas que promueven los Testigos de Jehová han contribuido en gran manera a que se utilicen nuevas alternativas a la asistencia de reposición de la sangre, el problema radica, en que ante una inminente muerte por falta de flujo sanguíneo no existe otra técnica mejor y más eficaz que la transfusión de sangre alogénica, y que dicha técnica va a garantizar dependiendo de los distintos factores disponibles a favor del paciente (edad, patologías de base no referidas, buen sistema inmunológico etc.) a la pronta recuperación del mismo.

Técnicas alternativas

Como ya mencioné antes, los Testigos de Jehová promueven distintas técnicas para evitar una Transfusión alogénica, entre ellas tenemos las medidas farmacológicas, hipotensión, hemodilución etc.

Hemodilución

La hemodilución fue utilizada por primera vez por Kronecker en 1886, aunque otros investigadores la fechan para 1974, en la que se realizaron extracciones en humanos preoperatoriamente, pero tenía como principal desventaja que no todos los pacientes la podían tolerar. Esta técnica surgió como una alternativa a la transfusión alogénica convencional. Esta técnica consiste en extraer sangre del paciente y posteriormente se la vuelve a administrar a su torrente sanguíneo. Gracias a la hemodilución normovolémica se consigue diluir la sangre en el preoperatorio o intraoperatorio para mantener el volumen circulante normal. Para reponer lo extraído basta utilizar soluciones coloides como albumina, Dextrán, gelatinas, almidones etc. Una vez finalizada la cirugía se vuelve a administrar su propia sangre. Cuando en el preoperatorio se evalúa la sangre del donante-paciente y esta baja en hemoglobina se aplica eritropoyetina que son los encargados de estimular el crecimiento y formación de los glóbulos rojos o hematíes.

A pesar de los grandes beneficios que produce esta técnica, pues las posibilidades de infectarse con VIH o Hepatitis c etc. son muy pocas, sin embargo las desventajas también son bastantes considerables, pues la técnica de la hemodilución podría inducir a reacciones vaso vágales, intoxicación por citratos, diuresis inmediata (hipovolemia) descompensación dinámica (hipo o hipervolemia) enfriamiento del plasma, edema pulmonar, disminución de la Pao2, aumento del riesgo de hipertensión diastólica, aumento de la presión pulmonar entre otras.

Existe en el mercado un fluorocarbonado sustituto a la sangre alogénica llamado PERFTEC, este es la salvación de los Testigos de Jehová, este fármaco se fabrica en Rusia y desarrollado por la Academia Nacional de Ciencias de Rusia entre 1979 y 1995, pero también se encuentra en el mercado de muy pocos, yo diría escasos países, uno de ellos es México, acá en Ecuador no se utiliza esta técnica. Este sustituto sí es capaz de producir hematocritos y transportar oxígeno a las células, de esta manera la hipovolemia quedaría resuelto, sin embargo, existe un problema, los fluorocarbonado presentan dos grandes desventajas:

1. La toxicidad por oxigeno: esta técnica requiere de la administración de altas concentraciones de oxigeno lo que resultaría peligroso para el paciente.

2. Bloqueo temporal del sistema retículo endotelial, ocasionando una subsecuente disminución del aclaramiento de agentes patógenos.

Cabe recalcar que en gran parte del mundo no existe la posibilidad de adquirir esta técnica ya sea por su elevado costo o simplemente porque no existe. Por lo tanto, esta técnica resulta en desventaja con relación a la transfusión de sangre alogénica.

Cell Saber

Llamados también “recuperadores de sangre”, consiste en una técnica a base de dispositivos electrónicos utilizados para la autotransfusión intra y postoperatoria de hematíes o glóbulos rojos. Esta técnica consiste en fraccionar los componentes sanguíneos como el plasma y plaquetas. Entre las ventajas tenemos:

ü Evita el riesgo de incompatibilidad

ü Evita aunque no del todo, la contaminación por agentes patógenos como el virus del VIH sida, o hepatitis B y C.

Entre las desventajas tenemos:

ü Diseminación de células cancerosas por aspiración de tejidos invadidos

ü Hemolisis y producción de radicales libres por la interacción con las tabuladoras o presión de succión excesiva.

ü Riesgo de la activación de la coagulación

ü Pueden quedar residuos de células sanguíneas producto de su lisis, así como quedar pequeñas cantidades de heparina.

En el adulto de tamaño corriente, el corazón normalmente bombea sangre a los tejidos aproximadamente 5000 ml de sangre por minuto, las células de los tejidos normalmente extraen la sangre de los vasos sanguíneos para el metabolismo normalmente a un ritmo de 250 ml por minuto, esto significa que, si no hay intercambio de oxígeno en los pulmones, el oxígeno de la sangre se terminara en 2 o 3 minutos. Entonces, un paciente con baja hemoglobina no tiene la capacidad de transportar oxigeno de manera adecuada produciendo una hipoxia (baja de oxígeno en los tejidos) lo que puede comprometer gravemente la vida del paciente en minutos, si no se corrige el caso.

La secta de Jehová promueve la llamada “cirugía sin sangre”, es decir, llevar a cabo un tratamiento quirúrgico en el que, si existe perdida de volumen sanguíneo, se reponga sangre del mismo paciente que circula constantemente por medio de un aparato llamado Cell Saver o Recuperador celular, que, a manera de reservorio, almacena la sangre ante una pérdida, de esta manera, el paciente no recibe sangre alogénica de un agente externo a él. Esta técnica, así como otras, como la hemodilución o la aplicación de la EPO (eritropoyetina recombinante) pretender evitar la transfusión sanguínea. Y sí que son buenas, eso es indudable pero, lamentablemente son costosas y no están en disposición en todos los centros de salud, por ejemplo, acá en mi país, en Ecuador, en el Hospital Luis Vernaza, el año pasado se llevó a cabo la primera cirugía sin sangre, en un paciente trasplantado de riñón, la cirugía fue un éxito, pero no todos los centros cuentan con estas técnicas. De hecho, no he vuelto a escuchar que se haya realizado cirugías con ese procedimiento (eso no quiere decir que no se estén realizando). Podemos concluir que estos equipos no sirven para una emergencia por hipovolemia (pérdida masiva de sangre), y este aparato Cell Saver también posee efectos adversos que atentan contra la salud del paciente:

La principal contraindicación al uso del RC es la existencia en el líquido aspirado de cualquier sustancia que pueda producir la lisis de los hematíes (agua esterilizada, agua oxigenada y alcohol), por el riesgo de que pueda favorecer la insuficiencia renal, una reducción del hematocrito, elevación de la LDH y bilirrubina total en plasma, o incluso desencadene una coagulación intravascular diseminada y potencialmente la muerte.

Este dispositivo diseñado en el año 1943 consiste en succionar la sangre perdida del paciente durante la cirugía, se le agrega solución salina más 30 unidades de heparina (para evitar la coagulación), luego se centrifuga el contenido para separar los componentes como glóbulos rojos, plasma, plaquetas e incluso hemoglobina y al mismo tiempo son lavados y filtrados, en este proceso se elimina desechos como la grasa. Por ultimo viene la fase de reinfusión, donde se vuelve a administrar la sangre hacia el paciente.

El RC (recuperador Celular) se recomienda en cirugías cardiovasculares, neurocirugías y ortopedia, además es necesario evaluar datos clínicos de pacientes como enfermedades de base (ejemplo: diabetes, hipertensión arterial), también debe tenerse en cuenta la edad, peso, talla, cantidad de hemoglobina y hematocrito del paciente previo a la aplicación del RC.

Es evidente que el uso del Cell Saver beneficia en mucho principalmente si hablamos de reducción en la posibilidad de contagios con enfermedades infeccionas (VIH) así como reacción por incompatibilidad e inmunosupresión.

Estos aparatos electrónicos de autorecuperación sanguínea también sirven para el intraoperatorio y postoperatorio, pero no para una emergencia por hipovolemia aguda masiva.

Eritropoyetina recombinante

Vuelvo a repetir, estas técnicas son buenas, pero para pacientes pre programados quirúrgicamente, pacientes que van a llevar a cabo una cirugía de alto riesgo, se les prepara aplicándole Eritropoyetina (si es que el paciente es anémico o tiene pérdida de sangre masiva por alguna patología o trauma) más hierro, para reponerla. La eritropoyetina es una hormona de naturaleza glicoprotéica, de 35 kD, codificada por un gen localizado en el cromosoma 7 y sintetizada por las células peritubulares del riñón. El principal estímulo de la secreción de EPO es la hipoxia tisular. La eritropoyetina humana recombinante (rHu-Epo o Epo), es una molécula de síntesis idéntica a la EPO endógena. Actúa como un regulador primario de la eritropoyesis, estimulando la proliferación y diferenciación de las células precursoras de los eritrocitos en la médula ósea.

Cabe recalcar que una hemoglobina de ≥ 3 g/dl o hematocrito ≥ 9% se podría decir que es incompatible con la vida, por lo que una transfusión es importantísima en los primeros minutos.

Un estudio publicado en la revista "Medicina Intensiva" titulado: Efecto del tratamiento con Eritropoyetina recombinante humana sobre la necesidad de transfusión sanguínea en los pacientes críticos Effect of human recombinant erythropoietin treatment on the need for blood transfusion in critically-ill patients

Concluyó de la siguiente manera:

Si bien es cierto, esta técnica de aplicar eritropoyetina redujo la posibilidad a las transfusiones sanguíneas y tuvo menos efecto colateral que las que la recibió no fue suficiente para demostrar su eficacia costo-beneficio en los pacientes:

“Un ensayo clínico aleatorizado realizado con 160 pacientes ingresados en diferentes UCI, demostró que la administración de eritropoyetina a dosis de 300 U/kg durante 5 días y posteriormente cada 48 h, con el fin de conseguir un hematocrito > 38%, se asoció con una disminución significativa en el número de concentrados de hematíes transfundidos (166 concentrados en el grupo de pacientes que recibieron eritropoyetina frente a 305 concentrados en el grupo de pacientes que recibieron placebo; p < 0,002)”.

“Por tanto, la ausencia de beneficios clínicamente relevantes y de estudios de coste/efectividad hace que la administración de eritropoyetina no esté actualmente indicada en la población general de enfermos críticos”. (3)

Cabe recalcar que el coste estimado en este ensayo clínico fue 4,43 dosis de 40.000 unidades de eritropoyetina por unidad de concentrados de hematíes (1 dosis, 400 dólares), lo que sería demasiado costoso para una familia de escasos recursos. Una pinta de sangre es mucho más económica y fácil de conseguir.

Otro estudio titulado “Uso de la Eritropoyetina” por E. Contreras. Centre de Transfusió i Banc de Teixits, Tarragona. M.M. Pujol. Hemo-Institut Grifols. Banco de Sangre. Clínica Corachan. Barcelona. Manifestó lo siguiente:

“El tratamiento con eritropoyetina fue aprobado en 1989 para los pacientes con anemia y en 1997 para los pacientes quirúrgicos”.

La EPO se administra durante seis semanas a dosis de 100 u/kg./semana en 2 dosis. Cada semana hacer reticulocitos; si la respuesta no es buena (menos del 3%) se aumenta la dosis en 100 más cada semana, hasta un máximo de 600 u/kg/semana. Si hay respuesta excesiva (aumento de Hto> 3 % por semana o hasta > 50%, reducir la dosis en un 25 - 50%) (4)

Observe que no se recomienda en paciente con hipovolemia masiva, por lo tanto, esta técnica jamás suplirá a las transfusiones en una emergencia por pérdida de sangre masiva que necesite ser repuesta rápidamente, ya que el tiempo necesario para obtener respuesta favorable por acción del fármaco es de 3 días y se obtiene aproximadamente 1 U de CH a los 7 días, esto hace que sea eficaz en pacientes anémicos con linfoma o mieloma que reciben quimioterapia así como en neoplasias mieloides, pero es ineficaz ante una hipovolemia masiva.

Expansores de volumen

Los Expansores de volumen transportan el oxígeno contenido en la sangre hacia los tejidos, pero de ninguna manera generan glóbulos rojos ni hemoglobina. Por ejemplo, si tenemos un reservorio que contiene sangre hasta la mitad y le agregamos agua, el reservorio se va a llenar indudablemente, es decir, se ha expandido su volumen, pero de ninguna manera, esto ha producido más hematíes y hemoglobina, así actúa un expansor de volumen sanguíneo. Entre los más conocidos tenemos los coloides. Entre los coloides, la albúmina era la más utilizada pero debido a su alto efecto adverso, se optó por usar otros colides como la gelatina y almidones. También tenemos los fluorocarbonos y hemoglobinas sintéticas, sin que se haya demostrado aun su uso como medida primaria en casos de Expansores de volumen. La albúmina es un expansor de volumen, se produce en el sistema hepático y es la proteína mayor en el plasma. La vida media de la albúmina en el plasma es de 16 horas y a en adultos es de 20 días, es la proteína de mayor elección como Expansores de volumen, sin embargo, entre sus principales efectos adversos tenemos; edema agudo de pulmón (principalmente en pacientes con Distress respiratorio, sepsis y trauma por volumen en la ventilación mecánica), riesgo de Hepatitis y anafilaxia.

Otro potente expansor de volumen es la gelatina (Dextranos), esta puede producir oliguria y anuria, así como reacciones anafilácticas.

Ninguno de estos y otros Expansores son productores de hemoglobina, por lo tanto, el transporte de oxigeno no puede ser resuelto, lo que en un paciente con hipovolemia masiva, significaría la muerte por hipoxia e hipoxemia, mala mecánica ventilatoria, deterioro del sensorio y fallo multiorgánico.

CONCLUSIÓN

En vista de lo analizado, no existe evidencia teológica suficiente para demostrar que la negación a la transfusión sanguínea sea un mandamiento implícito ni explícito en la biblia. Más bien, es una doctrina única basada en una pésima interpretación y deducción bíblica por parte de la secta Testigos de jehová.

De la misma manera, en el ámbito de la medicina, no se puede recomendar expansores de volumen cuando existe una pérdida masiva de sangre en la que la vida del paciente se encuentra comprometida y los niveles de hemoglobina y hematocrito están siendo incompatibles con la vida. lo único que puede contrarrestar esa emergencia, es una transfusión sanguínea inmediata. Cabe recalcar que la transfusión sanguínea alogénica antes de ser administrada, es analizada con todos los métodos de barrera, lo que hace posible que no se permitan contagios a la hora de la transfusión ni efectos de incompatibilidad. En caso de suceder un evento como tal, sería responsabilidad de la casa asistencial y el profesional quien la administra, más no, de la técnica en sí misma.

Historia

La técnica de las transfusiones sanguíneas era permitida sin objeción alguna desde el origen de la secta (1870) hasta 1945, incluso, la secta consideraba como beneficiosa esta técnica, capaz de salvarle la vida a un paciente sin atentar la voluntad Divina (edad dorada, 29 de julio de 1925. Pág. 683).

Sin embargo, decidieron prohibirla, alegando que tal técnica, estaba en contra de la voluntad de Jehová. Tal prohibición, se decretó en el año 1945, para convertirse luego (año 1961) en un motivo de expulsión, si requería a dicha técnica.

Corría el año 1982, y la sociedad de la atalaya, prohibió la técnica de la hemodilución y los principales componente de la sangre como, glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma y plaquetas (despertad 8 de noviembre de 1982). Sin embargo, y como es de costumbre en esta secta, el cambiar cuestiones doctrinales sin reparo, para el año 1995, ya permitían la técnica de la hemodilución. En la actualidad, se permiten transfundir las fracciones menores de la sangre pero no la sangre entera con sus componentes mayores. Hoy 2016, “aseguran” que la transfusión sanguínea, es de libre voluntad del testigo de Jehová, y que ante la aceptación de esta técnica, no sería expulsados, pero si ofenderían la voluntad de Dios, y por tal motivo queda ya en su conciencia.

Conclusión: la transfusión sanguínea es una técnica beneficiosa que no está prohibida bíblicamente y esta no atenta contra la ley Divina, solo atenta contra la ley del nuevo orden luciferino de la sociedad Watchtower. Por otro lado, las técnicas que promueven los testigos de Jehová son muy buenas, pero jamás servirán para ser utilizadas en un caso de urgencias médicas por hipovolemia severa.


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