¿ES REALMENTE EL RAPTO UNA DOCTRINA BÍBLICA?
Por Yasmin Oré & Jesús Urones
Algunos grupos de cristianos evangélicos, bautistas y de manera especial los
pentecostales creen en la doctrina del "Rapto". Esto es, que serán
arrebatados al cielo por Cristo antes del periodo de 1000 años en el que Él
volverá a reinar. Ellos entienden que los cristianos justos que vivan en ese
momento serán raptados al cielo antes de la gran Tribulación y permanecerán
allí por 1000 años. Posteriormente volverá Cristo y vendrá el fin.
Se basan fundamentalmente en la cita bíblica de 1 Tesalonicenses 4,16-17 y
en Mateo 24,40-41 donde se habla de ser ”tomados por Dios” o de “ser arrebatados
al cielo” y es por eso que también se conoce esta doctrina como la del
Arrebatamiento. En 1 Tes 4,16-17 se usa la palabra griega ἁρπάζω que se traduce
como agarrar y llevar, arrebatar y de ahí es de donde viene la doctrina del
arrebatamiento o rapto. Origen y desarrollo del Rapto dentro del protestantismo
Si tenemos que ponerle un nombre al creador del rapto, debería ser el de Jhon
Nelson Darby (1800-1882) que fue un evangelista angloirlandes, figura importante
de los Hermanos Plymouth también conocidos como Hermanos Libres, Asambleas de
Hermanos, o congregacionistas protestantes, que se separaron de los anglicanos
en 1826. Pronto sería considerado como el Padre del Dispensacionalismo (sistema
teológico que exige siete dispensaciones, entre ellas la última la del milenio,
donde encajaría el premilenarismo, y el rapto en la “pre-tribulación” que
estamos estudiando). Su continuador fue el líder evangelico Cyrus Scofield
(1843-1921) quien fue ministro del congregacionalismo y pronto aceptó el
dispensacionalismo premilenarista convirtiéndose en el precursor del
fundamentalismo cristiano del siglo XX. Con todo esto, podemos ver, que el
origen de esta creencia se remonta al siglo XIX y no existía antes de Darby,
por lo que era desconocida en los primeros siglos del cristianismo e incluso
durante la edad media. Esta creencia está basada en una interpretación literal
de ciertos pasajes bíblicos, que no tienen en cuenta los diferentes estilos ni
géneros literarios en los que la Biblia ha sido escrita. Para entender bien el
desarrollo de esta doctrina dentro del mundo protestante debemos saber qué es
lo que ellos entienden por la Tribulación ( fundamentada en 2 Tes 2,1-4) en la
que se nos describe la venida del Señor y como antes de que Él venga habrá un
tiempo de rebeldía, iniquidad y persecución. A este tiempo antes de la venida
de Cristo los protestantes le llaman Tribulación .En base a esto podemos
establecer tres momentos en los que puede suceder el rapto: *Post-Tribulación:
el rapto ocurrirá justamente después de la Tribulación y antes de la Segunda
venida de Cristo. En este caso, el rapto ocurrirá justamente en el momento de
la Segunda Venida de Cristo. Es la versión que más se parece y acerca al
catolicismo, protestantismo histórico y a las Escrituras: Mat 24: 29-31; Marcos
13: 24-27; 2 Tes. 1: 112. *Pre-Tribulación: en este caso el rapto ocurrirá
antes de la Gran Tribulación. Es la doctrina mantenida por otros grupos
protestantes y pentecostales. El problema es que esta doctrina exige 3 venidas
de Cristo: en Belén de Judá cuando vino en carne, el día del arrebatamiento, y
luego después de la Tribulación para establecer su milenio. La biblia nunca
habla de tres venidas, siempre de dos: Hebreos 9,28, Matt. 24: 24-31; Marcos
13: 24-27; y 2 Tes. 2: 112 *Medio-Tribulación: Finalmente la última opción
sería que el rapto ocurriera en medio de la Gran Tribulación. Tiene los mismos
problemas bíblicos que la anterior, exige 3 venidas de Cristo, contrario a lo
enseñan las escrituras. ¿Qué enseña la Iglesia Católica sobre todo esto? El
Catecismo de la Iglesia Católica es claro al respecto, se rechaza la teoría del
milenarismo o premilenial como a veces ha sido llamada: 676 Esta impostura del
Anticristo aparece esbozada ya en el mundo cada vez que se pretende llevar a
cabo la esperanza mesiánica en la historia, lo cual no puede alcanzarse sino
más allá del tiempo histórico a través del juicio escatológico: incluso en su
forma mitigada, la Iglesia ha rechazado esta falsificación del Reino futuro con
el nombre de milenarismo (cf. DS 3839), sobre todo bajo la forma política de un
mesianismo secularizado, "intrínsecamente perverso" (cf. Pío XI,
carta enc. Divini Redemptoris, condenando "los errores presentados bajo un
falso sentido místico" "de esta especie de falseada redención de los
más humildes"; GS 20-21). Posteriormente sería en julio de 1944 cuando el
Papa Pio XII condenaría el milenarismo, la idea de que Cristo vaya a reinar
visiblemente en el mundo durante 1000 años. De la condena de 1944 lo único que
se puede concluir es que Cristo vendrá físicamente sólo en su Parusía, para
derrotar al Anticristo y realizar el Juicio a las Naciones, después de lo cual
subirá nuevamente a los cielos. ¿Cómo entonces debemos entender estos pasajes
bíblicos? ¿Qué respuesta dar a aquellos que defienden el rapto? Debemos leer
bien el pasaje de 1 tesalonicenses 4,16-17
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de
Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor. 1 Tesalonicenses 4:16-17 La conclusión a la que
se llega es que primero resucitarán los que han muerto y luego los que aún
quedan vivos serán arrebatados al Cielo. Es decir, la resurrección de los
muertos precede al rapto. Por tanto, si somos capaces de averiguar cuando
sucede la resurrección de los muertos sabremos cuándo ocurrirá el rapto. La
Escritura enseña que la resurrección de los muertos se produce en el
"último día" del mundo: 39 Y esta es la voluntad del Padre, el que me
envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en
el día postrero. Juan 6:39
Marta le dijo: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Juan 11:24
Es decir, que la resurrección de los muertos se produce el día postrero o
también llamado “último día”. Eso quiere decir que no puede existir día después
del último así que ese mismo día también debe ocurrir el rapto y por ende los
injustos también resucitarían este mismo día. La propia escritura concuerda con
esto: 28 No os maravilléis de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que
están en los sepulcros oirán su voz; 29 y los que hicieron lo bueno, saldrán a
resurrección de vida; más los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación. Juan 5:28-29 Es decir, qué en el último día, todos los que están
en el sepulcro oirán la voz del Señor y unos se levantarán para la vida y otros
para la eterna condenación. Este pasaje entonces nos prueba claramente que la
resurrección de justos e injustos se produce el último día, el mismo en el que
los que viven serán arrebatados al Cielo según 1 Tes 4,16-17. Finalmente quiero
citar a San Agustín y su interpretación de 1 Tes 4,16-17 que nos demostrará como
claramente coincide con la interpretación que hemos dado nosotros de este
texto: Algo tocan a esa cuestión aquellos a quienes, hablando de la
resurrección de los muertos, se refiere el Apóstol: Y nosotros, los que hemos
quedado vivos, seremos arrebatados juntamente con ellos a las nubes, saliendo
al encuentro de Cristo en el aire; y así estaremos siempre con el Señor14. Pero
el problema les afecta a esos de quienes habla San Pablo, y no a los herejes.
Aunque aquéllos no mueran, no veo en qué les favorezca a éstos, pues podemos
decir lo que dijimos de Elías y Enoc. En realidad, por lo que toca a las
palabras del bienaventurado Apóstol, parece afirmar que al fin del mundo cuando
venga el Señor y vaya a tener lugar la resurrección de los muertos, algunos no
han de morir, sino que los que se hallen en vida pasarán de repente,
transformados, a aquella inmortalidad que se otorga también a los demás santos,
y con ellos serán arrebatados a las nubes, como dice el Apóstol. Siempre que me
puse a meditar tales palabras, me ha parecido eso y no otra cosa alguna. ( San
Agustin Carta 193, 9) Es decir, que el arrebatamiento del que habla san Pablo ocurrirá
el día del fin del mundo, cuando hayan resucitado los muertos.
Estos grupos protestantes también a veces usan el texto Mateo 24,40-41 para
justificar la doctrina del rapto que viene a enseñarnos : Entonces estarán dos
en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. 41 Dos mujeres estarán
moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada. Mateo 24,40-41
Curiosamente este texto habla de ser llevado y al otro ser dejado, pero no
debemos interpretar literalmente el pasaje sino ver en qué contexto lo dice y
que enseñan los versículos anteriores y siguientes. Por ejemplo: E
inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se
oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo,
y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del
Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la
tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con
poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán
a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el
otro. Mateo 24,29-31
Se trata evidentemente del día de la Segunda Venida de Cristo, cuando separara
el trigo de la cizaña, los buenos de los malos, por ello cuando habla de ser
cogidos o llevados debemos entenderlo como que serán llevados a la “gloria”
mientras los malos serán dejados para su condenación, o sea, irán al Cielo y al
infierno respectivamente.
El versículo 42 es muy claro: Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de
venir vuestro Señor. Se está refiriendo a la venida final de Nuestro Señor, la
segunda venida, que nadie sabe cuándo será. Esta interpretación del texto Mateo
24,29-31 es la mantenida por los primeros cristianos. En conclusión, terminaré
citando a San Hilario de Poitiers:
El día del Señor sorprenderá a dos en el campo, a saber, los dos pueblos de los
fieles y de los infieles en el siglo, como en el trabajo de esta vida. Serán,
con todo, separados, y el uno dejado y tomado el otro; en lo cual se da a
conocer la separación de los fieles e infieles. Porque al agravarse la ira de
Dios, los escogidos se ocultarán en sus moradas; mas los pérfidos serán dejados
para combustible del fuego del cielo. Lo mismo hay que decir, respecto de los
que muelen; de donde sigue diciendo: "Dos mujeres molerán, etc. " La
muela es la obra de la ley, mas, porque una parte de los judíos, así como creyó
por los apóstoles, ha de creer también por Elías y ha de ser justificada por la
fe; por eso, una parte será tomada por la misma fe, a causa de sus buenas
obras, y la otra será dejada en el trabajo infructuoso de la ley, moliendo en
vano, y no amasará el pan del manjar celestial. ( San Hilario, in Matthaeum, 26
, Catena Aurea ES 5436).
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