El templo de San Francisco es un testigo invaluable de la historia de Colombia.
En 1861 el gobierno liberal decretó la extinción de las comunidades religiosas; pero fue el propio gobierno el que le entregó en concesión este templo a un fraile franciscano, de manera que esta comunidad nunca perdió su dominio. San Francisco quedó como símbolo de la perennidad de la Iglesia y de sus comunidades en la patria de la Virgen de Chiquinquirá.
El retablo y figuras del altar mayor, los artesonados del techo de la nave central y nave lateral, en policromías y pan de oro, los altares laterales, conformando un bello conjunto, figuran entre los más bellos de América, y hasta hoy, es uno de los templos más concurridos en la capital colombiana.
Durante las marchas del 8M de 2021 un grupo de feministas intentó incendiar con bombas molotov el templo, lo que hubiera ocurrido con facilidad si no intervienen las autoridades, por la gran cantidad de madera y otros elementos combustibles que lo integran.
Las feministas también arrojaron sobre el fuego en la puerta principal del templo una cruz que llevaban con anuncios ofensivos a la Iglesia.
Aunque la administración distrital deploró los actos vandálicos, no se conoce un plan de contingencia para prevenirlos a futuro.
Con información de Franciscanos.org
No hay comentarios.:
Publicar un comentario