Es lo que ocurrió el pasado 15 de mayo en la iglesia Santa Isabel de Colonia, donde Marianne Arndt, vestida como sacerdote, predicó en una celebración que pretendía ser una misa. La Sra. Arndt estuvo siempre en el presbiterio, con una bata blanca y un pañuelo rojo amarillento, a la manera de estola.
La prédica, salpicada de blasfemias, como por ejemplo la ‘jocosa’ alusión de la sorpresa de la Virgen cuando conoce que estaba encinta antes de estar casada.
Al lado izquierdo del presbiterio una supuesta representación de la Virgen al estilo punk con cresta roja, además de banderas multicolores. Abominación de la desolación.
Después Marianne Arndt concedió una entrevista a Arte Journal, donde manifiesta su cansancio con las posiciones petrificadas y discriminadoras de Roma, posiciones que deben ser revertidas. Ella por su parte empuja su camino para “hacer evolucionar el derecho canónico en este punto, en la moral sexual y en otros aspectos”. Es decir, su deseo de caminar hacia la herejía. Maravillas del camino sinodal alemán, que parece desbocado, después de las ‘bendiciones’ a parejas homosexuales del 9 y 10 de mayo.
No se conocen pronunciamientos de las autoridades competentes sobre lo ahí ocurrido
No veo a una mujer, sólo al demonio tratando de captar incautos y falsos progres
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