El pasado viernes 19 de febrero, la ciudad de Carangola, en el estado de Minas Gerais – Brasil, fue azotada por fuertes lluvias, que elevaron el nivel del río que atraviesa el municipio, provocando una inundación en toda la región.
Tras las inundaciones, que dejaron sin hogar a alrededor de cinco familias y decenas de desplazados, un hecho llamó la atención de los vecinos y acabó repercutiendo en las redes sociales.
Las hostias consagradas permanecieron intactas y secas
Aunque el tabernáculo de la Capilla de San Antonio, en el barrio Lacerdina, fue completamente alcanzado por las aguas, las hostias consagradas conservadas en su interior permanecieron intactas y secas.
“El agua alcanzó más de 2 metros de altura y llegó al tabernáculo donde se guarda el Santísimo Sacramento; al abrir se vio que las hostias permanecían intactas demostrando cómo en la mayor adversidad Dios sigue siendo el mismo”, comentó uno de los vecinos en una publicación de Facebook.
Nuestro Señor Jesucristo no es sacudido por la tormenta
El internauta lamentó que la ciudad de Minas Gerais fuera, una vez más, víctima de una gran inundación, un sufrimiento que crece por estar en pandemia. Sin embargo, reflexionó que ante todo esto, “hay uno que no cambia, que no tiembla en medio de la tormenta y en quien podemos confiar y apoyarnos: Jesús”. (EPC)
Alabado seas mi Señor tu grandeza y gloria es infinita grande es su poder, es un buen momento para darte el honor nos enseña que aunque estemos pasando tiempos difíciles el Esta intacto para nosotros podemos tener la confianza de que a pesar de cualquier situación por dura que sea podemos contar con el su amor nos protege gracias mi Diós por estar presente entre nosotros te amo mi Salvador tu omnipotente poder tu espíritu Santo son nuestra fortaleza hata el fin de los tiempos. Contigo todo es posible. �� Y nada temeré.
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