Según les había prometido el líder religioso, Jesús iba a descender de los cielos el pasado 28 de enero con el fin de llevarlos en una nube con él.
Este pastor evangélico enseñaba la doctrina "dispensacionalista", muy famosa hoy en día entre los grupos evangélicos, según la cual Jesús volverá para "arrebatar" a sus fieles y llevarlos al cielo, mientras en la tierra se entrará en un periodo de 7 años de "tribulación" para todos aquellos que no aceptaron a Jesús como su salvador.
Esta idea absurda sería inofensiva si no fuera porque el pastor les enseñó que para poder ascender con el Jesús al cielo tenían que despojarse de todo lo material. Por eso, decenas de creyentes vendieron casas, muebles, ropa, electrodomésticos y joyas.
Afirman que el dinero fue entregado a Gabriel Alberto Ferrer, como fue identificado el supuesto pastor, quien se comunicaba con ellos a través de videos en redes sociales.
Pasado el 28 de enero la incertidumbre fue creciendo. Actualmente los creyentes se mostraron en shock por el fuerte impacto emocional que esto les ha causado.
Otros quedaron en la miseria, sin saber para dónde ir ni qué hacer de ahora en adelante ya que la promesa de irse a los cielos nunca se cumplió.
Lo que más preocupa es que el pastor Ferrer no volvió a darles la cara, no se ha comunicado con ellos por ningún medio. Mucho menos se habla de la devolución del dinero de los cristianos.
Autoridades aseguran que los creyentes ya realizaron un primer acercamiento con la Fiscalía General de la Nación para que el pastor responda por los daños causados, especialmente, por los económicos.
Esta idea absurda sería inofensiva si no fuera porque el pastor les enseñó que para poder ascender con el Jesús al cielo tenían que despojarse de todo lo material. Por eso, decenas de creyentes vendieron casas, muebles, ropa, electrodomésticos y joyas.
Afirman que el dinero fue entregado a Gabriel Alberto Ferrer, como fue identificado el supuesto pastor, quien se comunicaba con ellos a través de videos en redes sociales.
Pasado el 28 de enero la incertidumbre fue creciendo. Actualmente los creyentes se mostraron en shock por el fuerte impacto emocional que esto les ha causado.
Otros quedaron en la miseria, sin saber para dónde ir ni qué hacer de ahora en adelante ya que la promesa de irse a los cielos nunca se cumplió.
Lo que más preocupa es que el pastor Ferrer no volvió a darles la cara, no se ha comunicado con ellos por ningún medio. Mucho menos se habla de la devolución del dinero de los cristianos.
Autoridades aseguran que los creyentes ya realizaron un primer acercamiento con la Fiscalía General de la Nación para que el pastor responda por los daños causados, especialmente, por los económicos.
Sin embargo, al haber entregado voluntariamente sus ahorros y propiedades, el pastor podría quedar exento de cualquier castigo.
Los feligreses de la Iglesia Berea de Isabel López, Atlántico, vendieron todas sus pertenencias, motivados por la promesa del pastor de esa congregación, sobre la supuesta llegada de Cristo.
— Noticias BQ (@NoticiasBQ) January 31, 2021
Hoy, están sin un peso y el pastor no aparece.
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