Un ciudadano ruandés sospechoso de causar un gran incendio que asoló la catedral en la ciudad francesa de Nantes el año pasado asesinó a un sacerdote católico en el oeste de Francia este lunes, según afirmó el ministro del Interior y una fuente cercana a la investigación citada por medios locales.
“Todo mi apoyo a los católicos de nuestro país después del dramático asesinato de un sacerdote en la región de Vendée”, escribió el ministro del Interior francés Gérald Darmanin en Twitter la madrugada de este lunes, mientras se dirigía a la escena.
Una fuente cercana a la investigación, que pidió no ser nombrada, le contó a la AFP que el sospechoso llegó por sus propios medios a la estación de policía de la ciudad de Mortagne-sur-Sevre y dijo que había matado a un sacerdote católico.
La víctima de 60 años había acogido al hombre en su iglesia, quien servía como ayudante parroquial, afirmó la fuente.
El asesino es un ciudadano ruandés llamado Emmanuel Abayisenga, quien se encuentra en condición de refugiado en Francia desde 2012.
Abayisenga también habría confesado que estaba detrás del incendio de la catedral gótica de Nantes ocurrido el 18 de julio de 2020.
Por ese hecho lo arrestaron, pero luego fue liberado bajo control judicial.
De acuerdo con medios locales posterior a su liberación habría pasado varios meses en un hospital psiquiátrico.
La noticia ha causado un gran impacto en Francia y ya ha sido aprovechada por la oposición del actual presidente Emmanuel Macron para levantar críticas sobre las supuestamente débiles políticas del gobierno en cuanto a la inmigración.
“En Francia puedes ser un migrante ilegal, prender fuego a una catedral, no ser expulsado y luego reincidir asesinando a un sacerdote”, dijo en sus redes la líder de extrema derecha Marine Le Pen.
Le Pen es una de las principales contendoras para la carrera presidencial francesa del próximo año, en la cual Macron buscará su reelección y en donde la inmigración va a ser un tema muy importante.
Por su parte, el senador Bruno Retailleau, un conservador que representa a la región de Vendée, identificó a la víctima como Oliver Marie, un sacerdote de la iglesia católica local.
“Profundamente sorprendido por el terrible asesinato de un sacerdote que había acogido a su asesino bajo su cuidado”, dijo Retailleau en Twitter.
“¿Qué estaba haciendo este hombre en Francia?” preguntó al legislador, que también está en la baraja de posibles candidatos presidenciales.
En el incendio de Nantes ocasionado por Abayisenga hace 15 meses se perdió su famoso órgano, que databa de 1621, y había sobrevivido a la revolución francesa y el bombardeo de la Segunda Guerra Mundial, un artefacto histórico de valor incalculable que quedó destruido por las llamas.
También se perdieron otros artefactos y pinturas de gran valor, incluida una obra del artista del siglo XIX Jean-Hippolyte Flandrin y vidrieras que contenían restos de vidrio del siglo XVI.
El incendio de Nantes se dio un año después de que la catedral de Notre-Dame en París se prendiera en fuego en 2019, dos hechos que levantaron grandes dudas sobre el verdadero riesgo que corrían otras iglesias históricas en toda Francia.
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