LA VERDAD SOBRE LA INQUISICIÓN ESPAÑOLA
Por Antonio Moreno.
Dejó dicho el historiador Bartolomé Bennassar (1) que “(la inquisición española) fue una justicia exacta, escrupulosa (…) Una justicia que practica un examen atento de los testimonios, que los verifica con minuciosidad, que acepta con generosidad las recusaciones por parte del acusado de los testigos sospechosos, una justicia que tortura muy poco y que respeta las normas legales (…) Una justicia interesada en educar, en explicar al acusado por qué ha errado, que reprende y aconseja, y cuyas condenas definitivas no se dictan más que contra los contumaces”. (2) Sin embargo, referir esto en cualquier reunión, puede provocar el indignado asombro de propios y extraños. Vivimos en tiempos en los que todo el mundo se piensa historiador; entonces, la inquisición española es uno de los máximos símbolos del mal, porque sí… Pero claro, cuando se intenta refutar con datos, ya empieza el nerviosismo. Bennassar, empero, sigue insistiendo: «La gente de mediados del siglo XVI en adelante sabía que la Inquisición mataba poco»
Siguiendo con los datos, en la América Española, la Inquisición ejecutó a 100 personas en tres siglos (46 en México). Si concretamos en el Perú, contamos con 32 ajusticiados, a los cuales Susana Villarán les puso una placa. Sin embargo, la ex alcaldesa no se acordó en su mandato de las víctimas del terror comunista de Sendero Luminoso, que en mucho menos tiempo provocó muchísimas más muertes.
No hay que olvidar, asimismo, que los indios jamás estuvieron sujetos a la Inquisición, que era un tribunal que sólo tenía jurisdicción sobre blancos (peninsulares o criollos).
Según Henry Kamen –historiador que es súbdito del imperio británico y muy poco afecto a la hispanofilia-, la inquisición española no llegó a las dos mil ejecuciones en sus 354 años de existencia. Pero como aclara el historiador argentino Cristian Rodrigo Iturralde (3), “suele ser un error muy común el hablar de que la Inquisición ejecutó “x” personas... Hay que aclarar que no era la Inquisición sino el poder civil quien hacía efectiva la pena capital de acuerdo a las leyes estatales. La Inquisición no tenía poder para evitar el destino fatal de los herejes relapsos (reincidentes) y no arrepentidos”. Y esto es importante, porque como señala el mismo Iturralde, el tribunal inquisitorial hispano podía absolver al reo en muchos casos si éste prometía arrepentirse; cosa impensable en ningún tribunal civil, ni de la época, ni actual.
Eso por no hablar de que, como recuerda el historiador colombiano Pablo Victoria Wilches, no todas las ejecuciones eran físicas, sino en efigie, esto es: En muchas ocasiones, lo que se quemaba era un muñeco simbólico. Pablo Victoria, asimismo, ha estudiado cómo no pocos reos de la época se declaraban herejes para ser juzgados por la Inquisición, pues confiaban más en este tribunal que en los tribunales civiles.
De todas formas, es que entonces no existían los "estados laicos" que se impusieron luego de una Revolución Francesa que mató a más de cien mil personas sólo en la región bretona. La "policía" tenía carácter religioso, en todos lados.
Pero bueno, siguiendo esa maniquea dialéctica, ¿concluiremos que en nuestro tiempo la policía tortura y asesina? La verdad es que injusto y deleznable sería eso, ¿verdad?
Sea como fuere, ¿Cuántos millones de muertos van en nombre del liberalismo y del comunismo?
¿La expulsión de los judíos de España en el año 1492? Bueno, en realidad se expulsó a quien se negara a convertirse al cristianismo. Recordemos que la Inquisición sólo tenía jurisdicción sobre cristianos. Francia, Inglaterra, Alemania, Polonia, Rusia, Bohemia y Lituania también expulsaron a los judíos de su territorio, y sin muchas posibilidades de maniobra. De hecho, la población judía aumentó en España entre los siglos XIV y XV por mor de las expulsiones acaecidas allende los Pirineos. Y la universidad de París felicitó a España luego de la expulsión de los judíos.
Y no se olvide que la universidad no deja de ser un invento eclesiástico y medieval.
Prosigamos con los datos sobre la Inquisición y el progreso: En el año 1492, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, logran reconquistar Granada, obteniendo así la reunificación cristiana de España. En esta época, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, forja la mejor infantería del mundo, siendo que es en sus tropas donde se desarrolla el hospital militar. Así, España se confirma como potencia marítima, militar y cultural, llegando desde las Antillas a los Andes y haciendo temblar los pantanos de Flandes; así como humillando a los muy poderosos ejércitos franceses. La lengua de Cervantes era estudiada en toda Europa, así como eran imitadas hasta sus vestimentas: La Casa de Austria, acostumbrada a las pompas centroeuropeas, pronto adquiere la sobriedad y austeridad tan características de Castilla. En esta misma época, en el año 1499, se editó “La Celestina”, libro satírico de Fernando de Rojas (escritor de origen judeoconverso) contra malos ambientes y malas costumbres; observador del mundo de la prostitución, entre otras cosas. No fue censurado. Y eso que todavía a día de hoy parece medio escandaloso.
El siglo XVI es el siglo de la gran mística española, el siglo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Del siglo XVI al siglo XVII, asimismo, se forja el siglo de oro de la literatura española: Estamos hablando de escritores de la talla de Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Baltasar Gracián, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina… Y todo eso se comparte con la América virreinal, pues muy pronto se dan en suelo indiano escuelas iconográficas propias como la Escuela Cuzqueña o la Quiteña; o el arte indio-cristiano de México; así como el desarrollo de una espectacular música barroca acriollada, descendiente de fandangos, zarabandas, jácaras, folías, canarios, etc.; que en el siglo XVIII será imitada en las cortes europeas y que acabará componiendo la base principal del flamenco.
Y así como a finales del siglo XV no fue censurada “La Celestina”, tampoco fue censurado en el siglo XVII el libro “Las desgracias del ojo del culo”, incluido en las “Obras Jocosas” de Quevedo.
Todo esto ocurría estando la Inquisición presente. La Inquisición española, claro. Porque, generalmente, no se saca a colación que la inquisición protestante alemana fulminó a más de diez mil personas en apenas una década. Eso por no hablar de los muertos que provocó en Inglaterra y Escocia una brutal caza de brujas que en los países latinos/católicos ni existió. O también podríamos recordar a Calvino, asesinando a Miguel de Servet por descubrir la circulación de la sangre; y a Lutero, instigando a los príncipes alemanes a sofocar las rebeliones campesinas “exterminándolos como a perros”; y defenestrando la astronomía de Copérnico, ¡que era sacerdote católico!
Como broche, recordemos que a principios del siglo XIX, desde 1803 a 1814, tuvo lugar la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que saliendo del puerto gallego de La Coruña, llegó a las Islas Canarias, el Caribe y el continente americano y las Filipinas, siendo la primera gran expedición contra la viruela, alcanzando a buena parte de los dominios de la Monarquía Hispánica. Una vez más, y poco antes de desaparecer de la escena política hispana, la Inquisición no impidió el progreso.
En fin, queda mucha pedagogía por delante. Y más, habiendo tantos que se dicen católicos que se creen a pies juntillas la Leyenda Negra anticatólica y antihispánica, y que tiene su dizque fe como una mala imitación del protestantismo al que siente como superior y científico... Pero con ciertos curas y hasta con ciertos jerarcas eclesiásticos que hay, demasiado poco pasa... No obstante, seguiremos luchando por la verdad que nos hace libres. (4)
NOTAS:
(1)El historiador Bartolomé Bennassar es francés y descendiente de moriscos, y poco encaja en lo que sería un “hispanista reaccionario".
(2)Extraído de la Asociación Cultural Felipe II:
https://www.facebook.com/771257176295315/photos/a.771334079620958.1073741828.771257176295315/919640998123598/?type=3&theater
(3)Sobre Cristian Rodrigo Iturralde:
https://www.youtube.com/watch?v=Mvqj8qvPkhg
(4) Recomendamos vivamente el libro “Proceso contradictorio a la Inquisición española”, del historiador francés Jean Dumont.
http://www.fundacionspeiro.org/verbo/2000/V-389-390-P-829-833.pdf
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Dejó dicho el historiador Bartolomé Bennassar (1) que “(la inquisición española) fue una justicia exacta, escrupulosa (…) Una justicia que practica un examen atento de los testimonios, que los verifica con minuciosidad, que acepta con generosidad las recusaciones por parte del acusado de los testigos sospechosos, una justicia que tortura muy poco y que respeta las normas legales (…) Una justicia interesada en educar, en explicar al acusado por qué ha errado, que reprende y aconseja, y cuyas condenas definitivas no se dictan más que contra los contumaces”. (2) Sin embargo, referir esto en cualquier reunión, puede provocar el indignado asombro de propios y extraños. Vivimos en tiempos en los que todo el mundo se piensa historiador; entonces, la inquisición española es uno de los máximos símbolos del mal, porque sí… Pero claro, cuando se intenta refutar con datos, ya empieza el nerviosismo. Bennassar, empero, sigue insistiendo: «La gente de mediados del siglo XVI en adelante sabía que la Inquisición mataba poco»
Siguiendo con los datos, en la América Española, la Inquisición ejecutó a 100 personas en tres siglos (46 en México). Si concretamos en el Perú, contamos con 32 ajusticiados, a los cuales Susana Villarán les puso una placa. Sin embargo, la ex alcaldesa no se acordó en su mandato de las víctimas del terror comunista de Sendero Luminoso, que en mucho menos tiempo provocó muchísimas más muertes.
No hay que olvidar, asimismo, que los indios jamás estuvieron sujetos a la Inquisición, que era un tribunal que sólo tenía jurisdicción sobre blancos (peninsulares o criollos).
Según Henry Kamen –historiador que es súbdito del imperio británico y muy poco afecto a la hispanofilia-, la inquisición española no llegó a las dos mil ejecuciones en sus 354 años de existencia. Pero como aclara el historiador argentino Cristian Rodrigo Iturralde (3), “suele ser un error muy común el hablar de que la Inquisición ejecutó “x” personas... Hay que aclarar que no era la Inquisición sino el poder civil quien hacía efectiva la pena capital de acuerdo a las leyes estatales. La Inquisición no tenía poder para evitar el destino fatal de los herejes relapsos (reincidentes) y no arrepentidos”. Y esto es importante, porque como señala el mismo Iturralde, el tribunal inquisitorial hispano podía absolver al reo en muchos casos si éste prometía arrepentirse; cosa impensable en ningún tribunal civil, ni de la época, ni actual.
Eso por no hablar de que, como recuerda el historiador colombiano Pablo Victoria Wilches, no todas las ejecuciones eran físicas, sino en efigie, esto es: En muchas ocasiones, lo que se quemaba era un muñeco simbólico. Pablo Victoria, asimismo, ha estudiado cómo no pocos reos de la época se declaraban herejes para ser juzgados por la Inquisición, pues confiaban más en este tribunal que en los tribunales civiles.
De todas formas, es que entonces no existían los "estados laicos" que se impusieron luego de una Revolución Francesa que mató a más de cien mil personas sólo en la región bretona. La "policía" tenía carácter religioso, en todos lados.
Pero bueno, siguiendo esa maniquea dialéctica, ¿concluiremos que en nuestro tiempo la policía tortura y asesina? La verdad es que injusto y deleznable sería eso, ¿verdad?
Sea como fuere, ¿Cuántos millones de muertos van en nombre del liberalismo y del comunismo?
¿La expulsión de los judíos de España en el año 1492? Bueno, en realidad se expulsó a quien se negara a convertirse al cristianismo. Recordemos que la Inquisición sólo tenía jurisdicción sobre cristianos. Francia, Inglaterra, Alemania, Polonia, Rusia, Bohemia y Lituania también expulsaron a los judíos de su territorio, y sin muchas posibilidades de maniobra. De hecho, la población judía aumentó en España entre los siglos XIV y XV por mor de las expulsiones acaecidas allende los Pirineos. Y la universidad de París felicitó a España luego de la expulsión de los judíos.
Y no se olvide que la universidad no deja de ser un invento eclesiástico y medieval.
Prosigamos con los datos sobre la Inquisición y el progreso: En el año 1492, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, los Reyes Católicos, logran reconquistar Granada, obteniendo así la reunificación cristiana de España. En esta época, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, forja la mejor infantería del mundo, siendo que es en sus tropas donde se desarrolla el hospital militar. Así, España se confirma como potencia marítima, militar y cultural, llegando desde las Antillas a los Andes y haciendo temblar los pantanos de Flandes; así como humillando a los muy poderosos ejércitos franceses. La lengua de Cervantes era estudiada en toda Europa, así como eran imitadas hasta sus vestimentas: La Casa de Austria, acostumbrada a las pompas centroeuropeas, pronto adquiere la sobriedad y austeridad tan características de Castilla. En esta misma época, en el año 1499, se editó “La Celestina”, libro satírico de Fernando de Rojas (escritor de origen judeoconverso) contra malos ambientes y malas costumbres; observador del mundo de la prostitución, entre otras cosas. No fue censurado. Y eso que todavía a día de hoy parece medio escandaloso.
El siglo XVI es el siglo de la gran mística española, el siglo de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Del siglo XVI al siglo XVII, asimismo, se forja el siglo de oro de la literatura española: Estamos hablando de escritores de la talla de Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Baltasar Gracián, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Tirso de Molina… Y todo eso se comparte con la América virreinal, pues muy pronto se dan en suelo indiano escuelas iconográficas propias como la Escuela Cuzqueña o la Quiteña; o el arte indio-cristiano de México; así como el desarrollo de una espectacular música barroca acriollada, descendiente de fandangos, zarabandas, jácaras, folías, canarios, etc.; que en el siglo XVIII será imitada en las cortes europeas y que acabará componiendo la base principal del flamenco.
Y así como a finales del siglo XV no fue censurada “La Celestina”, tampoco fue censurado en el siglo XVII el libro “Las desgracias del ojo del culo”, incluido en las “Obras Jocosas” de Quevedo.
Todo esto ocurría estando la Inquisición presente. La Inquisición española, claro. Porque, generalmente, no se saca a colación que la inquisición protestante alemana fulminó a más de diez mil personas en apenas una década. Eso por no hablar de los muertos que provocó en Inglaterra y Escocia una brutal caza de brujas que en los países latinos/católicos ni existió. O también podríamos recordar a Calvino, asesinando a Miguel de Servet por descubrir la circulación de la sangre; y a Lutero, instigando a los príncipes alemanes a sofocar las rebeliones campesinas “exterminándolos como a perros”; y defenestrando la astronomía de Copérnico, ¡que era sacerdote católico!
Como broche, recordemos que a principios del siglo XIX, desde 1803 a 1814, tuvo lugar la Real Expedición Filantrópica de la Vacuna, que saliendo del puerto gallego de La Coruña, llegó a las Islas Canarias, el Caribe y el continente americano y las Filipinas, siendo la primera gran expedición contra la viruela, alcanzando a buena parte de los dominios de la Monarquía Hispánica. Una vez más, y poco antes de desaparecer de la escena política hispana, la Inquisición no impidió el progreso.
En fin, queda mucha pedagogía por delante. Y más, habiendo tantos que se dicen católicos que se creen a pies juntillas la Leyenda Negra anticatólica y antihispánica, y que tiene su dizque fe como una mala imitación del protestantismo al que siente como superior y científico... Pero con ciertos curas y hasta con ciertos jerarcas eclesiásticos que hay, demasiado poco pasa... No obstante, seguiremos luchando por la verdad que nos hace libres. (4)
NOTAS:
(1)El historiador Bartolomé Bennassar es francés y descendiente de moriscos, y poco encaja en lo que sería un “hispanista reaccionario".
(2)Extraído de la Asociación Cultural Felipe II:
https://www.facebook.com/771257176295315/photos/a.771334079620958.1073741828.771257176295315/919640998123598/?type=3&theater
(3)Sobre Cristian Rodrigo Iturralde:
https://www.youtube.com/watch?v=Mvqj8qvPkhg
(4) Recomendamos vivamente el libro “Proceso contradictorio a la Inquisición española”, del historiador francés Jean Dumont.
http://www.fundacionspeiro.org/verbo/2000/V-389-390-P-829-833.pdf
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